lunes, 5 de noviembre de 2007

El mercantilismo.

5 de noviembre del 2007.
Realizado por María del Mar Aparicio.

El mercantilismo.
Una de las definiciones que se pueden dar de mercantilismo es la siguiente: “conjunto de escritos económicos junto a la práctica económica que se da en Europa entre mediados del siglo XVI y principios del XVII”.
Otros autores ofrecen otras como la de Enrique Martínez Ruiz (1991; 341): “Fase de la historia económica situada entre la Edad Media y finales del siglo XVIII a lo largo de la cual los distintos países europeos desarrollan una política económica similar”.

Dentro de esta corriente económica podemos encontrar dos ámbitos claramente diferentes: teoría económica y práctica.

En función de la aplicación práctica del mercantilismo Simón Segura (2001; 85) distingue varias corrientes:
Anglo-holandesa: tienden a las formas más libres de producción y comercio. Preocupados por la acción individual de los comerciantes.
Francesa: Preeminencia estatal con predominio industrial. (Colbertismo).
Italiano-española: Más preocupados por los problemas monetarios e influidos por la tradición medieval y eclesiástica.
Alemana: Se centran más en la administración y fiscalidad.

En el mercantilismo se da un continuo intervencionismo por parte de la Corona en la vida económica, si lo comparamos con el libre comercio veremos que es lo contrario en este sentido.
Este sistema económico se constituyó como un gran apoyo de las monarquías de ese momento ya que aumentaban las riquezas del propio rey y se asentaba también el poder de las élites, por lo tanto el mercantilismo ayudaba a sustentar el poder del rey.
Se realizó una legislación reguladora que perseguía lo anteriormente expuesto, mayores ingresos para el monarca y las élites. Todo esto derivaba en el aumento del nivel de ingresos fiscales como eran las alcabalas, tercias, etc.
Por lo tanto este intervencionismo contribuía a mantener lo gastos propios de la Corona.

Además de la continua intervención del monarca hay que destacar también el proteccionismo que se lleva a cabo, incluso se puede decir que con cierta tendencia a la autarquía (Situación económica en la que un Estado consigue todo lo que necesita sin que exista un comercio con otros).
En los casos coloniales como el español se intenta perpetuar ese proteccionismo con el monopolio a través por ejemplo de la creación de instituciones como la Casa de la Contratación. El estudio de este tipo de instituciones resulta determinante para comprender el comportamiento económico. Además la Corona española desde el primer momento aunque existen iniciativas privadas es ésta quien posee la tutela y quien establece las reglas pertinentes para el desarrollo del comercio con el Nuevo Mundo. Ello genera críticas en cuanto a la legislación creada, ya que se afirma que ésta solo beneficiaba a la monarquía o que ésta sólo buscaba el beneficio a corto plazo. (Antonio Acosta Rodríguez. Coord.; 2003).

Características básicas del mercantilismo:
Ø Poblacionismo, es decir, creencia en que cuanto más poblado esté un país mayor es su capacidad de obtener riqueza.
Ø Bullonismo: creencia en que un Estado es más rico cuantos más metales preciosos tiene. Por este motivo el objetivo básico del mercantilismo era conseguir todo el oro y la plata que se pudiera. Esto se relaciona con lo que los sociólogos actuales denominan “Juegos de Suma Cero” mediante los cuales se intenta estudiar los comportamientos desde un punto de vista científico. El común denominador que guardan estos estudios con el mercantilismo es que los dos parten de la concepción finita, en el segundo caso de la riqueza por lo tanto los metales preciosos que gana un país lo pierde otro.
Para lo mercantilistas el concepto de creación de riqueza es imposible, ésta es finita y no hay posibilidad por tanto de creación. Se observa de forma clara como este tipo de pensamiento es contrario al de Adam Smith.
Ø Para obtener metales preciosos existían dos vías:
- Que el propio país tuviera minas.
- Conseguir la mayor cantidad de oro y plata que pudiera mediante la protección del comercio.
Ø Balanza comercial favorable, un país debe exportar más de lo que importa para aumentar la posesión de metales preciosos.
Perdices de Blas (1998; 13) también apunta como otro rasgo de esta corriente económica el intento de la Corona de promover y financiar empresas manufactureras. Éste será el caso de las fábricas reales creadas con Colbert, hombre que pasó por muchos puestos de gobierno en la Francia de Luis XIV, pero donde destacó fue siendo ministro de hacienda. Desarrolló una política económica que es una variante del mercantilismo, incluso algunos autores la han denominado Colbertismo. Su concepción de riqueza se centraba en que un Estado era más rico cuanta más cantidad de oro y plata tuviera, por ello el plan económico que desarrollara Colbert consistirá en la compra de materias primas y venta de los productos manufacturados obteniendo así múltiples beneficios. Además fomentó la política arancelaria, aumentó los controles de calidad, intentó abaratar los productos, etc. Quiso impulsar los productos del país.
Creó fábricas denominadas “manufacturas reales” que producían objetos de lujo que anteriormente compraban a alto precio en el extranjero. Además concede subvenciones a los inversores que se decidieran a crear este tipo de empresas.
También se preocupó de reparar las carreteras y caminos para mejorar las redes de comunicación y de esta forma impulsar el comercio interior.
Luis XIV además de contar con Colbert destacará también Louvois, el gran reorganizador del ejército francés. (Martínez Ruiz; 1991).
Según explica Simón Segura (1998; 87-89) Colbert a lo largo de veintidós años lleva a cabo una política mercantilista que deja recogida en numerosos escritos. Para este autor una de las armas esenciales para lograr el impulso económico estaba en la marina mercante mediante su desarrollo. Por ello Colbert continúa la obra realizada por Richelieu.

El objetivo final del mercantilismo es la necesidad de fortalecer el Estado. Esto será de gran importancia ya que los mercantilistas no partirán de una serie de estudios teóricos sino de la práctica conocida a través de la observación. Es un pensamiento que no es construido a partir de teorías.

Historiografía sobre el mercantilismo:
La percepción actual del mercantilismo depende en buena medida de estos estudios posteriores.
Existen algunos autores que consideran que el mercantilismo sí es una escuela económica y otros sin embargo piensan que no. Perdices de Blas (1998; 15-19) afirma de forma contundente que el mercantilismo no tuvo un cuerpo bien elaborado y coherente con sus doctrinas. Explica que la mayoría de escritos denominados mercantilistas son monotemáticos, tratan de un aspecto económico concreto y suelen ser bastante breves. Sí acepta que el fin último de esta corriente económica sea el fortalecimiento del poder del Estado.
El término mercantilismo surge con los fisiócratas, es una palabra despreciativa. También les relacionaban con este término a aquellos que estuvieran en contra de la máxima de liberalismo “laissez faire”. Adam Smith perpetúa este término.
Imagen de Adam Smith, el gran representante y defensor del libre comercio.
Autor de la obra titulada “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”.
(http://www.geocities.com/WallStreet/Floor/9680/smith.htm;2007)


La fisiocracia es otra corriente económica que surge en Francia de la mano de Quesnay con su obra “El cuadro económico” con la que tuvo cierto éxito. Defendía que el desarrollo económico estuviera plenamente basado en la agricultura ya que el ciclo natural no cobraba plusvalía, era un socio que siempre estaba preparado para producir.
Ernest Lluch (1985; 45-53) afirma que las ideas de Quesnay, el cual afirmaba que la tierra era la única fuente de riquezas y sólo la agricultura podría multiplicarlas, llegaron a España por las élites ilustradas. Anuncia como para algunos autores fue fisiócrata un personaje tan importante como Jovellanos. Además Lluch advierte tener precaución para no confundir el agrarismo mercantilista con la fisiocracia. Describe la fisiocracia como un sistema coherente y a los fisiócratas como intelectuales influidos por la Ilustración que apuestan por la idea de orden natural mediante la existencia de leyes físicas y morales. Sólo consideraban productiva a la agricultura calificando de estériles al resto de actividades económicas. Creían en la necesidad de un programa educativo y defendían el impuesto único.
En la agricultura de la Edad Moderna todavía pesaba la tradición, por ello las técnicas y herramientas utilizadas eran en muchos casos la herencia del arado romano. Fue en el siglo XVIII cuando se produjo un gran impulso en esta actividad gracias a personajes importantes como:
- Jethro Tull, el cual desde principios del siglo XVIII experimentó con las técnicas de cultivo. Inventó un artilugio que le permitía la siembra mecánica.
- Charles Townshend. Levaba unos años ensayando en suelos muy pobres un sistema de rotación conocido como el “Norfolk” que consistía en la rotación de cuatro cultivos: el nabo, la cebada, el trébol y el trigo. Alcanzó con él muy buenos resultados.
- Arthur Young. Fue uno de los mayores difusores de las nuevas ideas y uno de los mayores tratadistas.
Como describe Ernest Lluch (1985;9) fue en la segunda parte del siglo XVIII cuando se producen innovaciones que hacen hablar ya de la “ nueva agricultura” introduciendo la rotación de cultivos, eliminación del barbecho, se intentó que existiera una relación más firme entre agricultura y ganadería, mecanización, etc.
La mayoría de la población trabajaba en la agricultura siendo los mayores propietarios de tierras el rey, la nobleza y la Iglesia. (Martínez Ruiz; 1991).
Los campesinos establecían acuerdos con los propietarios de la tierra y entre los más frecuentes estaba el denominado enfitéutico donde el campesino pagaba un alquiler al dueño de la tierra, pero era un contrato a largo plazo que podía durar incluso generaciones. También existía el de aparcería que era en un periodo más corto de tiempo, por lo que tenían que negociar el contrato otra vez en muy poco tiempo y esto iba generalmente en perjuicio del labrador ya que el propietario elevaba el alquiler.
En Cataluña era corriente la denominada “rabasa morta”, el señor cedía el usufructo de la tierra al campesino con la condición de que plantase viñas.

Sólo hasta 1874 no se entiende que el mercantilismo constituya ningún tipo de escuela. Es en 1874 cuando un alemán, Roscher comienza a hablar de este pensamiento económico como una doctrina positiva. Es necesario para comprender este hecho conocer que Alemania estaba en este momento en pleno proceso nacionalista y esta cuestión también es utilizada para afirmarse.
Además, Alemania quería entrar en el juego del colonialismo y por ello se remarca cómo en el mercantilismo hay una profunda intervención del Estado en la economía.
La Escuela Alemana presenta por lo tanto al mercantilismo como una escuela positiva.
Heckscher en 1931 realizó un libro donde señaló que el mercantilismo ante todo es un sistema de poder y de unificación nacional. Señaló la coherencia política mercantilista y sus objetivos, pero la debilidad de los medios empleados.
A partir de 1931 se dieron una serie de críticas que procedieron de J. Viner, profesor de la universidad de Chicago y Coleman para el cual no hay escuela mercantilista y realiza una dura crítica a Heckscher ya que le reprocha que en sus estudios sobre el mercantilismo sólo se centre en un país.

Por último, algunos autores defienden que la idea del mercantilismo como escuela meramente es una construcción creada de forma posterior por los autores.

Reflexiones personales sobre el tema tratado:
Dependiendo de los autores el mercantilismo es tratado como escuela o no, pero todos ellos comparten la idea que el principal beneficiario de este tipo de economía fue el Estado con su fortalecimiento.

Muy interesante y acertada en relación al tema de la historiografía mercantilista me parece la idea comentada en clase de que siempre se tiene que tener en cuenta que cuando se hace historia o se analiza un hecho histórico se hace desde un presente determinado, con unas características concretas que no deben influir en el estudio o conclusiones obtenidas de éste. Desde mi punto de vista se debe ser riguroso y objetivo para llegar a la comprensión real del pasado.

Bibliografía utilizada:

Ÿ ACOSTA RODRÍGUEZ, Antonio (Coord.); “La Casa de la Contratación y la navegación entre España y las Indias.” Sevilla, 2003.

Ÿ http://www.geocities.com/WallStreet/Floor/9680/smith.htm

Ÿ MARTÍNEZ RUIZ, Enrique; Introducción a la historia Moderna, Madrid, 1991. Pág. 341.

Ÿ LLUCH, Ernest; ARGEMÍ, Lluis; Agronomía y fisiocracia en España (1750 – 1820). Valencia. 1985.

Ÿ PERDICES DE BLAS, Luis; “El mercantilismo: política económica y Estado nacional.” Madrid. 1998.

Ÿ SIMÓN SEGURA, Francisco; Historia económica, Madrid. 2001.

1 comentario:

David Alonso dijo...

Muy bien, Mª Mar. Contenidos ampliados, capacidad fundada de reflexión sobre el tema, utilización de una bibliografía variada e, incluso, aportas diferentes ideas de la fisiocracia.

Sigue así,

Un saludo,
David Alonso